Acampada libre
Cada vez son más las personas que les gusta disfrutar de su tiempo libre en contacto con la naturaleza, bien haciendo senderismo, excursiones, escaladas o simplemente acampando en esos fabulosos bosques que nos ofrece nuestra Península Ibérica.
Hoy en día el concepto de acampada libre se ha disipado, debido a burocracia gubernamental que cada municipio, provincia o estado determina del lugar. Si queremos acampar en un lugar o zona determinada es necesario poder pedir un permiso para poder llevar a cabo nuestra acción.
Todo terreno tiene un propietario. Algo así como que no hay lugar sin dueño, es lo que nos han venido a decir desde Desarrollo y Sostenibilidad Turística de Turismo de España. La leyenda urbana de que “el campo es de todos” no tendría cabida en la realidad.
El campo libre no es de nadie, todo tiene un titular. Ya sea un paisano, ya sea un municipio, ya sea el Estado…
La acampada libre, por tanto, no está permitida. Es competencia de las Comunidades Autónomas y por ello hay 17 normativas diferentes al respecto, pero todas ellas la prohíben.
La única excepción, nos explican desde La Federación española de empresarios de Camping (FEEC), es Canarias, que como no tiene campings funciona diferente: si quieres acampar en alguna zona debes pedir permiso al Ayuntamiento y, así, obtener una licencia que te permita hacerlo legalmente.
Y esto se hace extensivo a toda España. ¿Puedes acampar? sí, pero siempre en los establecimientos reglados, en los que pagas a cambio de unos servicios.
Aunque tan solo queramos pasar una noche sin tener que utilizar otro tipo de servicio, es necesario que paguemos para que los costes que se derivan de lugares llenos de basura alguien los pueda mantener limpios. Los estropicios consecuentes de tu estancia, y los daños medioambientales no son gratis.
Muchos años atrás tampoco existía el concepto de acampada libre, digamos que años atrás se podía acampar porque había mucha menos vigilancias de estas zona. Hoy en día debido entre otras cosas a los incendios forestales, para velar por la seguridad pública y porque existe mayor conciencia medioambiental, más guardias están dedicados específicamente a vigilar estas zonas.
La aclaración que hacemos para todos es que disponemos de cuatro opciones para poder disfrutar y estar en contacto con la naturaleza.
- Zonas protegidas/privadas en las que no se puede acampar, como un parque natural.
- Zonas privadas en las que sin permiso no se puede acampar, pero en las que sí puedes solicitar un permiso al propietario.
- Zonas que, directamente, están establecidas como alojamientos. Como quien pasa la noche en un hotel, pero al aire libre y pagando por el alojamiento y los servicios que tenga el cámping.
- Zonas de acampada libre total, prohibidas en toda España (y en el resto de Europa, según cuenta la FEEC).
Aunque no tengamos la opción de poder llegar a cualquier sitio que nos guste y sacar y montar nuestras tiendas de campaña. Deberíamos de mirar el lado positivo de las cosas, los bosques cada vez están más protegido, más cuidados y todo eso sale de nuestra pequeña aportación. Con los cámpines estamos creando puestos de trabajos y hoy en día son lugares que nos facilitan mucho la estancia de nuestras vacaciones y sobre todo si vamos con niños.
Para poder disfrutar de lugares tan hermosos como nos ofrece nuestro país lo primero es informarnos de los zonas en la que con un permiso o licencia podemos acampar para disfrutar del entorno que nos rodee.